El responsable de Super Meat Boy, Edmund McMillen, ha acusado a Microsoft de haber presionado duramente al equipo de Team Meat con el objetivo de terminar el juego a tiempo para la promoción XBL Game Feast. En declaraciones a Game Developer Magazine, McMillen afirmó que durante los últimos cuatro meses del desarrollo del juego estuvieron trabajando contrarreloj ya que Microsoft quería tener el juego listo para la mencionada promoción.
"Básicamente, desarrollábamos funciones durante la comprobación de fallos, lo que quiere decir que cada vez que encendía el ordenador y comprobaba la base de datos de errores, el trabajo que había hecho la noche anterior era irrelevante. Podía resolver 100 fallos en una noche y reducirlos a 50, y entonces levantarme a la mañana siguiente y tener 200 fallos que resolver."
Además, Microsoft consideró, al finalizar el desarrollo, que el precio al que se iba a vender el juego "era demasiado alto" y que los gráficos eran "demasiado simples y no tan atractivos como otros los juegos de la promoción Game Feast, Comic Jumper e Hydrophobia". "Nuestros corazones se rompieron al ser informados de que íbamos a vender igual que o menos que Hydrophobia, que en sus expectativas iba a ser el segundo juego más vendido de Game Feast." El mayor error que se cometió durante el desarrollo del juego, a juicio de McMillen, fue "matarnos para entrar en una promoción con la que básicamente no ganamos nada."
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